Thursday, April 15, 2010

El crimen de salvar vidas

Rod Coronado:




Rod Coronado es un indígena tradicionalista, guerrero por la tierra y declarado culpable como activista del Frente de Liberación Animal (FLA). Fue encarcelado por 4 años en una prisión federal por acciones que llevó acabo en nombre de la tierra y de los animales:

"Yo soy un miembro de la nación Pascua-Yaqui y como una persona indígena, la industria peletera representa mucho más para mí que solamente el abuso de los animales. Representa el genocidio cultural. Fueron los batallones de la invasión en el "Nuevo Mundo". Fueron los que introdujeron enfermedades. Fueron los que introdujeron el alcoholismo. Fueron los que introdujeron la pólvora y mucho más cosas que nos llevaron al genocidio. Así que para mí la continuación de la industria de pieles en los siglos XX y XXI es la continuación de este genocidio. Pero ahora que su impacto ha sido tan perjudicial a la gente indígena humana, sigue siendo dirigido hacia la gente indígena animal. Así que tanto como su daño fue hecho en los siglos XV, XVI, XVII ahora sigue sucediendo hoy este daño, amenazando las últimas naciones de seres silvestres. Así que mi lucha contra la industria peletera es una continuación de la resistencia a la conquista y al colonialismo e imperialismo a través de los siglos. Así que para mí, tengo una increíble empatía para los animales que están en granjas peleteras y en las trampas de acero porque estoy relacionado con ellos y sufren tanto como mis ancestros sufrieron. Entonces la industria de pieles de hoy es la encarnación moderna de las mismas gentes que mataron y destruyeron a mi gente en mi tierra natal. Así que mi lucha contra la industria de pieles se origina de mis creencias muy profundas que tienen mucho que ver con mi herencia y con la ecología. También, pienso que como representante de todo eso, es muy importante que los confrontemos cara a cara y que les digamos que es tiempo de que ya no existan. Hemos evolucionado moral y éticamente como seres humanos para reconocer que estas industrias son inaceptables hoy en nuestra sociedad. "


Fuente:





http://qollasuyu.indymedia.org/es/2003/07/235.shtml

Jonathan Paul:






Jonathan se convirtió en activista en favor de los animales y del medioambiente desde 1980 y es vegano desde hace 25 años. Él y su mujer viven con cuatro animales de compañía y utilizan energía solar en su casa.
Jonathan esta cumpliendo una pena de 51 meses de carcen en la prisión federal de Fenix, Arizona por su participación en el incendio del matadero de caballos de Cavel West en Redmon.
Jonathan ha dedicado su vida en proteger la tierra aliviando el sufrimiento de los animales, humanos o no humanos. Desde 1999 hasta la fecha de su prisión en octubre de 2007, Jonathan ha recibido numerosos primios por sus servicios a la comunidad. Merece nuestro apoyo y necesitamos que sepa como apreciamos sus sacrificios
Si quieres ponerte en contacto con él y su equipo puedes escribir en las siguientes direcciones:

Jonathan Paul
#07167-085
FCI Phoenix
Federal Correctional Institution
37910 N. 45th Ave.
Phoenix, AZ 85086

Friends of Jonathan Paul
PMB 267
2305 Ashland St., Ste. C
Ashland, OR 97520

friendsofjonathanpaul@yahoo.com
Fuente: http://supportjonathan.org/

Briana Waters:

Briana Waters, una profesora de violín de 32 años y madre de una niña, fue acusada en Abril del 2006 por ayudar al Frente de Liberación de la Tierra (FLT) durante un incendio en el Centro de horticultura urbana de la Universidad de Washington en Mayo del 2001. Waters fue acusada el 7 de Diciembre del 2005 dentro de la Operación Backfire del FBI, en la que varios arrestos se produjeron de personas relacionadas con incendios del FLT que habían sucedido entre 1996 y el 2001.

El falso y retorcido juicio contra Waters comenzó cuando fue acusada en Tacoma, Washington, en lugar de en Seattle (donde ocurrió el incendio). El juez de Tacoma, Franklin Burgess, es conocido por favorecer siempre a los fiscales. Waters fue a juicio enfrentándose a cinco cargos criminales: un cargo de conspiración, la superposición de dos cargos de incendio intencional y dos cargos por usar un artefacto destructivo en un crimen de violencia. Waters aun mantiene su inocencia en estos cargos a día de hoy. Y es la única persona de lxs arrestadxs en la Operación Backfire que lleva su caso a juicio.

El 6 de Marzo, tras cuatro días y medio de deliberaciones, el jurado devolvió un veredicto de culpabilidad de los dos cargos de incendio pero dejaron en punto muerto los otros tres cargos. Fue un duro golpe para Waters y quienes la apoyaban, que fueron testigos de la utilización de pruebas selectivas contra ella, pruebas manipuladas y la imposición del miedo por parte de la fiscalía. El gobierno alegó que Waters cumplió la función de vigilante durante la acción y adquirió un coche usado para el mismo fin, aunque no hay pruebas físicas que evidencien su relación con la acción. Las pruebas de las que se valieron fueron las declaraciones de dos chivatos relacionados con varias acciones del FLT.

En la declaración de apertura de la defensa, el abogado Bob Bloom recordó al jurado algo básico del caso: Briana Waters no estaba allí ; ella no tuvo nada que ver. Por mucho que la fiscalía pudiese tratar de manipular los hechos en su beneficio, el trabajo del jurado era el de ver las cosas mediante el filtro de la razón.

La fiscalía comenzó su caso con el testimonio del Agente Federal John Comery, que habló con todo tipo de detalles de prácticamente todas las acciones del FLT desde 1996 hasta el 2001, excepto del incendio en la Universidad de Washington. Repitió este discurso durante el juicio hasta el punto de aburrir al jurado.

La primera semana del juicio contó con el testimonio de la chivata Lacey Phillabaum ( que fue editora del diario Earth First!), quien se declaró culpable en Octubre del 2006 por participar en el incendio de la Universidad de Washington. Entró en detalles sobre cómo se involucró con Earth First!, su participación en las protestas contra el WTO de 1999 y cómo avanzó en su activismo creando el “Club del libro” ( un engañoso título dado a reuniones secretas para discutir detalles de acciones del FLT). Describió lo que “recordaba” sobre los hechos del incendio de la Universidad de Washington, incluyendo detalles específicos de la acción que mas tarde fueron contradichos por la otra chivata, Jennifer Kolar.

En el contrainterrogatorio de la defensa, Phillabaum fue evasiva . De cualquier manera, fue muy efectiva en su juego de engaños, usando bonitas palabras y debatiendo la aplicación de técnicas para evitar responder a las preguntas. Durante el testimonio de Phillabaum, era obvio para la sala que lo tenía todo muy bien ensayado...

La semana siguiente, la fiscalía llamó a Robert Corrina, un primo de Waters que vive en Olympia. Waters había estado con él varias veces durante un par de años. Él contó su versión a la fiscalía: Waters le había pedido que alquilase un coche para ella, y él lo hizo. La fiscalía entró en detalles sobre el alquiler con él, así como sobre lo que había pasado el fin de semana del incendio.

De cualquier modo, durante el contrainterrogatorio, Bloom efectivamente destruyó la credibilidad de Corrina. Había mentido la primera vez que los fedrales fueron a su casa, contándoles que no conocía a Waters, su propia prima. Mas tarde mintió frente a un gran jurado sobre el alquiler de un vehículo. Todo esto después de que Waters le contase que había acusaciones contra ella, que no eran verdad y que si alguien le preguntaba algo debía “decir la verdad”. La acusación logró el bloqueo del testimonio de Corrina sobre este hecho, a pesar de que fue descubierto durante el testimonio de Waters. La gente que presenció todo esto comenzó a tener serias dudas sobre la capacidad de Corrina para decir la verdad.

Mas tarde, la acusación llamó a Kolar, que había confesado su participación en cuatro acciones diferentes. De manera muy parecida a como ya lo hizo Phillabaum, su testimonio fue un examen extraordinario de los detalles sobre el “Club del libro” o sobre quién conocía a quién y de qué se conocían. Kolar describió los hechos del incendio de la Universidad de Washington, contradiciendo a Phillabaum en un montón de detalles. De hecho, ni siquiera se acordaba de que Phillabaum estuviese allí.

La acusación se centró en una carpeta que Kolar dijo que Waters le había dado con varios artículos. El fiscal Mark Barlett hizo que Kolar leyese al jurado los textos mas crudos, que él mismo había revelado. Entre ellos algunas citas extraídas “Willful Disobedience” y otros artículos y fanzines insurreccionalistas.

Kolar mantuvo que nunca había leído esos artículos pero “creía” que eran los que Waters le había dado, porque simplemente los había puesto en una caja y ni los había tocado. En la caja también había una sorprendente cantidad de discos encriptados, contraseñas, un escáner, el viejo portátil de Kolar y otros documentos. Kolar les dió esa caja llena de cosas a los federales poco después de aceptar cooperar, haciendo que mucha gente se cuestionase por qué habría almacenado todo ese material tan arriesgado, que incluía incluso una póliza de seguros por si alguna vez era cogida.

Además, el FBI y el gobierno se negaron a entregar una grabación de una entrevista con Kolar en la que ella no nombraba a Waters mientras hablaba sobre las identidades de sus cómplices, aun cuando fue preguntada directamente sobre la participación de Waters en el incendio.
Durante el testimonio de Waters, dijo que es cierto que ella le dió una nota a Kolar, pero que ni mucho menos leyó o escribió los artículos que se habían encotrado en aquella carpeta. El goierno, además, introdujo un testimonio en el que se afirmaba que mientras en la carpeta sí se había encontrado una huella del dedo índice de la mano derecha de Waters, ninguna fue encontrada en los fanzines y artículos del interior.

Las circunstancias que rodeaban la carpeta (la tardía revelación de la misma, la contradicción entre la nota que Waters aseguró haberle entregado a Kolar y los fanzines y artículsoe ncontrados, y la falta de huellas de Waters) hicieron sospechar de si el gobierno o la propia Kolar había sustituido el texto que Waters la había entregado por otros mas incendiarios. Mediante este juego de manos, el gobierno retrató a Briana Waters como una violenta “ecoterrorista” y distrajo al jurado de la gran cantidad de cabos sueltos del caso.

El primer día del caso de la defensa, los abogados de Waters llamaron a Anthony Torres, un agente del FBI que investigó el caso. Él era normalmente usado para mostrar cómo el FBI manipulaba las pruebas, alterando informes para que la relación de Waters con el caso fuese clara y directa, cuando en realidad era circunstancial y dispersa. Sin tener en cuenta su evasivo y ridículo testimonio, Torres fue forzado a admitir que Kolar nunca había nombrado a Waters como uan de las participantes en el incendio hasta el 6 de Marzo del 2006, cuando el FBI la tomó como sospechosa.

La defensa pasó casi el resto del día llamando a una serie de testigos que conocían a Waters personalmente, y que hablaron sobre su buen caracter y su naturaleza pacífica. Dos personas testificaron apasionadamente, diciendo que Waters había sido la niñera de sus hijos y que confiaban en ella completamente. Un hombre al que Waters había entrevistado para un documental dijo que él vio que Waters era una persona tan de fiar y de tal integridad que se la presentó a los mas ancianos de su tribu, algo realmente difícil.

La defensa concluyó sus argumentos cuando la propia Waters subió a hablar, algo realmente extraño en acusaciones federales, y algo que mostró que ella no tenía nada que ocultar.

Al final, el jurado ha debido de sentir la necesidad de condenar por algo a Waters, lo que le hizo dar un veredicto de culpabilidad sobre los dos cargos de incendio. El jurado, en acuerdo con la acusación, dictaminaron que Waters debía ser detenida e espera de sentencia el 30 de Mayo. Esto ha tenido un efecto, ahora los amigos y quienes apoyan a Briana Waters luchan mas duramente por la liberación de Waters hasta la sentencia, y que así pueda preparar a su pequeña hija para lo que se prevee un inevitable tiempo en la cárcel mientras sus apelaciones siguen su curso en las cortes. En la actualidad hay una apelación de urgencia interpuesta para permitir a Waters salir a la calle hasta su sentencia.

Basándose en pruebas manipuladas por el gobierno, una joven madre ha sido acusada de crímenes en los que no tuvo nada que ver. Aunque en realidad esto no debería sorprender a nadie que conozca la historia del gobierno. Pero la lucha por la justicia no ha terminado.

Para mas información, para ayudar o para hacer una donación para los garos legales, visita www.supportbriana.org
Fuente: http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/7766

Daniel McGowan:





Ecoactivista encarcelado hace frente a 7 años de cárcel por participar en actividades del “frente de liberación de la tierra”, el “green scare” considerados como terroristas por parte del gobierno estadounidense.

Mcgowan fue sentenciado a 7 años de prisión por su participación en dos actos incendiarios llevados a cabo en Oregón en 2001, él es uno de los 6 activistas detenidos en diciembre del 2005 en una operación llevada a cabo de forma coordinada en diferentes estados bajo en nombre de operación “backfire”.

Un mes después fueron acusados por un jurado con otros 5 arrestados de destrucción de la propiedad, incendio provocado, y de conspiración, por acciones que tuvieron lugar casi una década atrás y que en su momento fueron atribuidas al frente de liberación de la tierra. En estas acciones ninguna persona resultó herida. El juez determinó que uno de los incendios fue un acto terrorista. Daniel fue sentenciado conjuntamente con otros 9 activistas, a los cuales el gobierno ha comparado con el ku klux klan.

Los 11 activistas fueron amenazados con ser sentenciados a cadena perpetua si se negaban a cooperar con el gobierno y trabajar como informadores.

Después de meses de negociación, Mcgowan y tres activistas más, se declararon culpables de algunos de los cargos bajo la condición de rechazar cualquier tipo de cooperación con el estado. Como consecuencia, el gobierno buscó añadir un cargo por “ enaltecimiento del terrorismo” a sus sentencias. La asociación nacional de abogados se pronunció sobre la acusación de enaltecimiento del terrorismo como una táctica innecesaria y excesiva del gobierno para impedir ejercer la libertad de expresión.
Fuente:




http://www.nodo50.org/tortuga/Entrevista-al-ecoactivista

Jeffrey "Free" Luers:


¿Quién es Jeffrey "Free" Luers?




Mi nombre es Jeff Luers. La mayoría de mis amigos me dicen "Free". Desde 1996 he estado activo luchando por una serie de problemas tales como defender el derecho de los animales, la igualdad entre sexos, el anti-facismo, la defensa por la naturaleza y otros. Estos problemas no van separados, sino que son una sola lucha. Mi historia es sólo una pequeña parte de un todo.

En mi vida he sido testigo de ataques violentos en contra de los habitantes de este mundo dirigidos por la avaricia de las naciones industrializadas. Creo firmemente que la opresión de los seres humanos está intrínsicamente enraizada en la opresión y la explotación de la naturaleza; una falta de respeto fundamental por la vida que comenzó con la conquista de la Madre Naturaleza y que se ha dirigido a la conquista de la humanidad. Yo contraataqué. En un acto de resistencia designado a crear consciencia y llamar la atención a un problema que afecta a todos los seres humanos, todo animal, toda planta y toda forma de vida en este planeta. Yo hablo del calentamiento global, del aire, de la tierra y de la contaminación del agua. Estamos en medio de una crisis ambiental a nivel global.

En enero 16 del año 2000, yo encendí un fuego que cambiaría mi vida para siempre. Yo prendí en fuego tres guaguas (estilo SUV’s). Tomé las debidas precauciones y usé unos combustibles específicos para asegurar que nadie saliera herido. Aproximadamente media hora después de que el fuego fue encendido y luego apagado fui tomado bajo custodia por tres agentes encubiertos que me estaban siguiendo, uno de los cuales, yo me enteraría después que era miembro de una unidad de anti-terrorismo doméstico. Fui arrestado por daño a la propiedad privada (criminal mischief 1), un cargo que conlleva casi un año y el cual en el transcurso de una semana se transformaría en diez cargos de felonía, incluyendo tres cargos por incendio intencional. Para ser llevado a juicio tomó el transcurso de año. Ya en el juicio yo había acumulado trece cargos por felonía, ahora incluyendo conspiración hacia personas desconocidas. Estaba viendo la sentencia a un poco más de cien años. Me rehusé a aceptar trato alguno.

El juicio fue un chiste, literalmente. Probamos que la evidencia había sido distorsionada, los oficiales habían mentido y el fiscal había manipulado la evidencia para obtener un registro legal. Encima de esto, el juez se rehusó a separar el juicio. Me imputaron cargos por dos incendios diferentes. A petición la ley requiere que las ofensas distintas deben de ser tratadas por separado. Lo peor fue cuando el juez decidió no usar el testimonio de mi testigo principal. Al final fui convicto de once cargos por felonía. Fui sentenciado a veintidós años y ocho meses. No tengo posibilidad de salir en libertad bajo palabra. Esto es sólo un resumen de los eventos que han tomado lugar en el transcurso de un año.

Para más información contáctame directamente a:
Jeffrey Luers #13797671, OSP, 2605 State Street, Salem, OR o a mi red de defensa a: Free’s Defense Fund, Po Box 3, Eugene, OR 97440. info@freejeffluers.org

1 Criminal Mischief One se refiere a una persona que es culpable de este cargo cuando intencionadamente ésta causa daño a la propiedad o a una persona, no teniendo el derecho para hacer tal cosa ni una base razonable para creer que tiene tal derecho. La persona causa daño a una propiedad por medio de algún dispositivo incendiario.

Fuente: http://freefreenow.org/spanish/background_sp.html

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